martes, 23 de diciembre de 2008

Promo de Ate Rock

Este 31 de Diciembre celebra en Año nuevo en un Megaevento de rock.

lunes, 15 de diciembre de 2008

El gris de Enero




Hoy se cumplen tres días desde que vino a vivir a mi casa, dice que aún no tiene donde quedarse y para no hacerla quedar mal, acepto complaciente.
Son tres días de sexo desenfrenado que nunca pensé aguantar y menos con ella, tres días que al despertar incómodo de una noche sofocante me encuentro con su cara de culo y su aliento atroz cuando me dice “hola amor” al despertar.
Considero mi silencio muy galante y mi conducta apropiada y sí, merezco llamarme un buen anfitrión.

II

Nunca supe que me gustó de ella, o su buen rabo o su par de buenas tetas fueron suficientes para conquistar mi tan mellado gusto que termino siendo asesinado a pajazos por innumerables rutinas sexuales, aburridas. ¿Habrá alguna mujer que valga la pena hacer el esfuerzo?, que importa, aún no la conozco, y supongo que tener a una cara culo en la cama no ayudará mi situación romántica que de por si y gracias a ella era hasta las huevas.
Tengo la necesidad de deshacerme de ella.

III

Hoy me hizo el desayuno, café con leche y unas tostadas, cojuda pensé, eso es sólo para visitas, yo siempre como cereal. Cinco días y no te das cuenta.
No pude dejar de imaginarme, mientras la tenía en perro y le miraba la espalda y la nuca, que sería si estuviésemos al borde del techo, sería una venida espectacular pensaba, ya que me venia y con violencia la empujaba al vacío. No pude evitar reírme, ella me pregunto porque lo hacía, le dije que por nada, aún con la sonrisa en los labios.

Esta tarde me dijo que saldría y llegaría tarde, visitaría con una amiga un departamento que le gustaba. Se acerco me dio un beso y me dijo “Si quieres me quedo”, me limpie la boca con disimulo y le dije que me llame antes de llegar.


Me despertó con el ruido de su enorme llavero, sus tacos y sus alaridos de “amor, amor”, sentí la necesidad de advertirle y despertar a mi acompañante en la cama, pero fue demasiando tarde.

IV

Esta mañana no me trajo el desayuno, me levante temprano y salí al comedor a tomarlo junto a ella.
No me miraba ni me hablaba a pesar de estar frente a ella, pensé que iba a estar aliviado pero no.
Ya no me gusta el cereal por las mañanas.
Sólo me dirigió la palabra para decirme que se iba y que había encontrado un departamento, no supe que decir, se paró, lavó su taza, cogió su maletín del escritorio y se marchó diciéndome: Gracias por todo Alfonso, adiós.

V

Esta atardeciendo y hace frío, todo es raro ahora, no puedo lograr sonreír.
Descubrí en el escritorio al lado donde había estado su maletín una cajita envuelta en papel de regalo que había olvidado junto con otras de sus coloridas pertenencias, la abro con el menor cuidado.
Adentro había una llave con una nota:

“Cuando quieras,
en cualquier momento
y a cualquier hora,
puedes venir a estar conmigo”.

VI

Camino a casa después de regresarle su cajita, pienso “Yo nunca quise esto, No quise que se complique tanto, ni ella ni la situación.
Al llegar a mi casa cojo un par de tostadas, me sirvo un café con leche, contemplo su silla vacía.

Corolario

Como es que llega a cambiar un hombre, pienso, ¿En que momento se da?, ¿En que momento se madura?.¿Porqué tuvo que irse para extrañarla?, ¿Tuvo que irse para darme cuenta que la silla vacía que dejaba era de ella?

Aún no puedo decir que lo sé. Pero seguramente me estoy acercando
.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

La mejor noticia del mundo

Solamente un resucitado podría describir los sentimientos que tan intensamente desbordan por todo mi cuerpo, sólo alguien que estuvo en un cajón o echado boca abajo tragando tierra durante casi dos semanas podrían entender realmente esta manifestación sensacional de alegría.

Después de haber caído duramente aplastados por un archirrival que siempre habíamos vencido, nos quedó la sensación de derrotados, de vencidos totalmente, ni siquiera nos había quedado el consuelo de ser parte de una ejecución honrosa de pie, de esas dignas, como vimos morir al Gladiador o al mismo Roberto Benigni cuando fué fusilado en La vida es Bella. Sólo nos quedaba amargura, desazón y bronca, no sólo por haber perdido ese partido, sino por la manera en que lo hicimos, no morimos de pie, no morimos con honor, nunca lo dimos todo en ese partido tan decisivo, tan importante. Quisiera explicarlo mejor y creo que lo haré citando a Rocky 3, esa sacada de mierda que le dio Mr. T fue rotundamente vergonzosa, humillante, fue mierda. Eso sentí, sentimos.

Sé que no hablo sólo por mi cuando tantas veces en la cabeza sacamos cuentas a ver si pasaríamos o no, si nos quedaba un chance, como es que nos fuimos tan rápido a la mierda, debio ser así?, merecíamos que nuestra mejor campaña en lo que va en nuestro tiempo de exalumnos acabe así?

Afortunadamente esa pregunta aún retumbara y nos acompañara siempre, o al menos tras el partido que nos espera, ¿Terminara esto así?, y sólo en nosotros queda la respuesta, esa maldita respuesta que si las cosas no salen bien nos va a joder tanto contestar, el borrar la vida hasta ese momento en donde nuevamente 6 contra 6 nos encontremos, como antes lo hicimos y salimos derrotados. El azar, Dios, Percy, Huaraqui o quien fuere, nos ponen ahí de nuevo, y si la vida da revanchas, jamás las da gratis.

La falta de lógica que nos regresó a la vida será la misma que nos apoyara este y el siguiente sábado, cuando sintamos alguna ausencia, cuando el cansancio nos quite la velocidad o cuando esos 6 del frente amedrenten el valor propio, del más torpe saldrá un jugada genial, el más lento hará un desborde espectacular, ese que tal vez, contra todo pronóstico, o contra toda “lógica” nos lleve a punta de huevos y corazón a vernos las caras en la final con nuestros hermanos, aquellos que con una camiseta diferente nos sonreirán y nos sintamos campeones ambos tras el pitazo final que más aguardamos desde hace mucho.

sábado, 18 de octubre de 2008

Un parque, una noche.

Desde un principio yo sabía ya, que esto de la primera cita nunca fué para mi. Mi tendencia al desastre, al caos, como a veces lo llamo es lamentable y no tengo que decir que soy próclive a cualquier casualidad que a la larga o a simple vista como la mayoría de veces, me haga ver como un huevón.


Si bien es cierto que en las primeras miradas y conversaciones, tal vez por el grupo en el que estabamos o la circunstancia que nos envolvía, mermaba esta incontenible capacidad a la estupidez por parte mía, en esta primera cita todo hecho se haría evidente, mi poca labia, mi absoluto extravío en un tema de conversación cualquiera o tal vez mi poca comunicación gestual, harían lamentables mis intentos por acercarme a ti, y que de alguna manera esa primera impresión que tuviste de mi se acreciente llevandote a mis brazos en poco tiempo.


Recuerdo que fué en un parque, llegué algo tarde pero no importo mucho, al menos no para mi, aunque si te vi en la carita un gesto de molestia, supongo que sería el primero de muchos gestos de decepción que yo te ocasionaría y que te llevaron ahora tan lejos de mi lado, nosé.


No fué un lugar ideal en donde suscito nuestro encuentro, es necesario que te diga que los parques no me gustan mucho, los veo como muy comunes, sordos, grises, y menos en la noche, aunque ese me encanto, será porque estabas tu.


Recuerdo también que mientras conversabamos y mi brazo ya había guiado una expedicion por sobre tu cuello estrechándote hacia mi, escuchamos unos gritos terribles, parecía un accidente, nunca me entere.

No conversamos mucho, te bese algunas veces tu unas cuantas y te despedí llevándote a tu casa en donde pensé nuevamente verte algún otro dia.


No fué un fracaso, pese a mi pesimismo, esta dizque cita había sido un éxito, claro que no fue como hubiera querido, porque no te llevé a ningún lado, ni al cine ni a tomar algo ni menos al boliche. Pero estuvo bien.

Pero poco a poco me fui dando cuenta que tal vez este tipo de citas, de las buenas, suelen darse en noches iluminadas, frescas, inolvidables, en donde a cada paso que de, alejándome de tu casa, sepa en como encontrar el camino de vuelta, pero no ocurrió asi, y los presagios de desastre y calamidad que había tenido, se tiñeron de premonicion de lo que eventualmente pasaria, en donde las circunstancias, el tiempo y las ganas nos harían olvidar ese camino al parque, esa noche de poca luz y niebla tibia.

El carro de Joja

Dos cuadras más faltan, pensaba, ojala esté alguien, me llega al pincho caminar tanto por tres soles cincuenta, yo el gran José Javier López Román caminando y caminando, con la espalda mojadita, la cara llena de sudor, mi calzoncillo, ni pensar, por tres soles cincuenta.
Es que José Javier tiene su carro, se prestó plata de donde sea y ahora esta endeudado hasta el cuello, lindo es su carro, pero es muy tragón, nunca lo ha llenando ni a la mitad del tanque, pero a el le gusta y lo tiene en su casa. Le da cólera no poder conducirlo ni pasear como él desea, ir a los lugares a donde quería ir cuando tuviese un carro, odia no tener un trabajo decente para poder pagar su deuda e ir a comer con su carro, tal vez no a Kintaro ni a Tanta como él quería, ahora se conforma con invitarle unos picarones a su novia al salir de la misa, por supuesto dentro del carro. Bonito es, color ladrillo bien brillante, es un carrazo, mucho carro para el .
En su casa para estacionado y él camina y camina sudando, haciendo encuestas, ganando tres soles cincuenta por cada una, él, él gran José Javier López Román, no puede disfrutar del aire acondicionado de su carro por el cual había aumentado poco más de 100 dólares y que ahora tanto necesitaba. Él camina con la espalda mojada, tocando la puerta, mentando la madre y pensando en esos tres soles cincuenta que inmediatamente pagará por ese carro tan lindo que esta en su casa, grandazo, americano, con un motorazo.
El gran José Javier López Román llega a su casa a las 11 de la noche, mira su carro, lo palmea con cariño, saca la manguera y lo lava muy bien, lo seca y lo mira con ternura, entra a su casa, va a su cuarto y cae muerto en su cama, debe descansar, mañana trabajara para ganar de nuevo tres soles cincuenta para pagar su carro tan lindo que no puede mover ni moverá de su garaje.

Amistades innegables

¿Qué es lo que hace que yo pueda tener una amistad con una mujer? Obviamente que lo que mueve todo esto es un interés, a veces "desinteresado" pero a veces no.
No creo en las amistades hombre-mujer, no es lo mío al menos, y me resisto a creer que pueda haber alguna amistad entre los dos géneros totalmente desinteresada.
No hablo de un amistad de clases o de salón, en lo cuál hay cosas en común que a veces deben realizar, estas amistades surgen en convivencia circunstancial que se da por motivo afín como lo es la clase que llevan juntos.
De la misma manera pasa con la pareja de algún amigo, se puede mantener una amistad desinteresada porque tienen un amigo de por medio, es su común denominador.
Igual con una amiga de la familia, en la cual se conocen desde pequeños y los padres de ella son amigos de los nuestros, entonces muchas veces se da una amistad como la llame antes desinteresada.
Pero pocas son estas excepciones, la mayoría de los casos en los cuales hablamos de un verdadero interés del hombre por una mujer, es porque quiere hacerle el amor, copular con ella, fornicarla y llenarse de placer, eventualmente se quedará con ella después de haber vaceado sus ideas, depende de lo que sienta.
Esas caminatas largas, o el sentarse a conversar horas de horas escuchándoles los problemas, tienen un precio, las llamaditas en la noche para contar lo que le hizo su ultimo galán tambien, en fin, cualquier estupidez que uno realice por voluntad impuesta por ella, suele tener su precio, que uno habilmente sabrá cobrarselo en el momento más indicado.
Ella no tiene ni idea de que momento será pero se dará, con el mismo ímpetu en que escondemos una erección cuando nos abrazan llorando por que alguien la engaño, cuando fingimos no mirarle el culo al caminar con ella, todos estos sacrificios serán recompensados en algún momento, claro está depende de la jugada, y aunque un par de movidas garanticen el éxito, aún no termina el juego y podemos perder todavía, o su amistad o esa reputación de "buen amigo querendón", bien ganada y conseguida con tanto esfuerzo

La penúltima reflexión

¿Qué es lo que piensa un atropellado? Sí, un atropellado, en el instante que se encuentra volando por los aires después de un tremendo choque que le da una combi rompiéndose el parabrisas y haciendo sacudir el zapatito en el espejo retrovisor.

A pesar de que la circunstancia ya es de por sí mala, hay mucho que un atropellado puede y tiene que pensar en el momento que se encuentra en el aire o bien cuando esta en medio de la pista, tratando de incorporarse nuevamente a su realidad, la cual es la de estar atropellado, ahí tendido hasta las huevas.
Busca con la mirada talvez a alguien conocido, una cara familiar que lo acoja, que le tienda una mano, y no encuentra más que decenas de ojos, de sapos que lo miran señalandolo, repitiendo que realmente esta recontra cagado, que su sangre sigue tiñendo la pista de rojo.

Él, a duras penas querrá reincorporarse, querrá pararse de un salto y hacerse el huevón respecto a todo lo que pasó, créanme, a nadie le gusta pasar tanta verguenza. Entonces se dará cuenta que no puede hacerlo, toma conciencia de su realidad de atropellado, de incapacitado.
El darse cuenta de esto le hace ver lo indefenso que esta ante tanto desconocido, y comienza a desconfiar, lo cual no es descabellado, querrá mandar a todos al cacho y esperar solo a la ambulancia, pero él sabe que no será así y esto le preocupa aún más.
Siente que tiene que ponerse de pie, defenderse de aquellas miradas acusadoras que le insisten que es un pobre huevón y atropellado, pero al querer levantarse nuevamente se da cuenta que le falta un zapato, entonces recuerda que en los noticieros y fotos de periódicos, cada vez que salía un atropellado, frío (muerto) o vivo siempre le faltaba un zapato, y esto le hacía presagiar lo peor.
¿Dónde estará mi zapato? se pregunta, y sus lágrimas a veces no son contenidas por los globulares, sigue mirando y no hay nadie, siguen los sapos señalandolo, mirándolo, haciendolo ver como un cojudo.
Nunca faltará un "acomedido" que vendrá a ayudarlo y hacerle la inteligente pregunta de "¿ Estás bien brother?", a lo que él en su condicion de moribundo no sabrá responder como es debido, con un puñete y un cachetadón, sino que balbuseará cualquier estupidez como "mi zapato" y seguirá tendido en el suelo. Poco le faltará para darse cuenta que no existen los acomedidos, y que en la vida nada es gratis, cuando a nuestro amigo le metan una bolsiqueada a diestra y siniestra, dejándolo peor que cuando estaba en la pista.

Pasado este trauma de ser robado aparte de ser atropellado, vendrá la toma de conciencia del mismo, pensando ahora en donde habrá llegado a caer su celular, "Dios mio que no lo llegue a encontrar mi mujer".

Entonces vemos al pobre hombre tendido en la pista, sin zapato, ni billetera, ni celular, golpeado y encima con un nuevo problema en la agenda que veremos resolverlo tal vez con su muerte, tal vez con el perdón de su mujer.

Pobre Julián, atropellado en la pista le robaron toditito su sueldo, su mujer le dejó porque se enteró que trampeaba y encima perdió su zapato, nuevecito, de marca.